La luz en el aviario

Desde siempre se ha sabido que la luz es un factor muy importante en la ornitología deportiva. De ella depende un buen porcentaje del éxito en la cría.

Hay tres aspectos de la luz a considerar:

   Fotoperiodo.
   Calidad.
   Cantidad.

1.     Fotoperiodo:

 Durante la cría debemos procurar a los pájaros 15 horas de luz y 9 horas de oscuridad. En invierno, según latitudes tenemos de 8 a 10 h. de luz natural. Para llegar a estas ideales 15 horas dependerá de las condiciones de luminosidad de nuestro aviario y de si queremos adelantar, o no, la cría. Hay criadores que incrementan muy rápidamente el fotoperiodo una vez pasado el solsticio de invierno, pero lo más adecuado es conseguir las 15 horas incrementando 4-5 minutos diarios, que suponen 24-35 minutos semanales durante 2 meses. Hay mecanismos automáticos en el mercado que de sobras conocéis todos.

Si Nuestro aviario está iluminado naturalmente y no queremos acelerar la primera puesta, pero la luz entra a través de una ventana y el sol no da en todos los rincones del aviario, sólo tendremos que tener en cuenta la calidad y la cantidad de luz.

Durante la noche es muy interesante dejar encendida una lámpara de bajo consumo, con 7-10 W. que no afectará al fotoperiodo y en cambio proporcionará luz suficiente para encontrar el nido en caso de salida precipitada (tormentas, petardos, etc.)

Podéis consultar el fotoperiodo natural de vuestra provincia en la página web del Ministerio de Fomento. Clicar aquí 

2.     Calidad:

Normalmente, por una cuestión de consumo se vienen utilizando lámparas fluorescentes. Van perfectamente, pero tienen el inconveniente de su efecto estroboscópico, es decir no producen luz constante debido a sus características de frecuencia, aunque aparentemente nosotros no lo notemos, pero los pájaros si lo notan y algunos, especialmente los de carácter más nervioso (silvestres y exóticos) pueden verse negativamente excitados. Para ver el efecto estroboscópico podéis mirar la fuente lumínica con la cámara del teléfono móvil, observareis perfectamente este fenómeno.

Las lámparas de incandescencia no tienen este efecto, pero su consumo es muy superior. Para minimizar el efecto estroboscópico podemos usar varios fluorescentes (se acoplarán unos con otros) y/o combinarlos con incandescencia.

Otra consideración importante es el color de la luz, o temperatura de color que se mide en grados Kelvin (°K). Cuanto más baja sea la temperatura de color, la luz será más cálida:

·        Lámparas de incandescencia: 2700°K.

·        Fluorescentes y lámparas de bajo consumo cálidas: 3000°K.

·        Fluorescentes y lámparas de bajo consumo de luz blanca fría: 4000°K.

·        Fluorescentes luz de día: 5000°K.

·        Fluorescentes luz de día fría: 6500°K.

·        Fluorescentes de luz completamente blanca: 7000°K.

La temperatura ideal es la de 6500°K ya que se ha descrito que producen cierta cantidad de luz ultravioleta. En cambio los de 7000°K producen un color más blanco, pero dan menos lux y no aportan ultravioleta.

 

Existen en el mercado, aunque difíciles de encontrar, iluminaciones especiales para acuarios, terrarios y una específica para pájaros (Arcadia Bird Lamp®) que proporciona luz de 6500°K y una adecuada proporción de UVA y UVB. Las de los acuarios suelen ser de tamaño pequeño (pocos lux) y las de terrario emiten exceso de UVB.

 

 3.     Cantidad:
     La cantidad de luz se mide en “lumens” y “lux” (1 lux = 1 lumen/m²), siendo el lux los lumens por unidad de superficie. Son necesarios, durante la cría, de 500 a 1000 lux. La luz ideal, la solar, proporciona aproximadamente 100.000 lux. Se trata de una luz compuesta por todo el espectro: visible, infrarroja (IR-A, IR-B, IR-C) y ultravioleta (UV-A y UV-B).



No debemos confundir la temperatura de color con la temperatura ambiental. Esta, aquí en Europa, se mide en grados Celsius o centígrados (°C). La temperatura ambiental en la época de cría debe ser superior a los 15°C e inferior a los 35°C. La humedad en el aviario, durante la cría debe oscilar entre el 60 y 80% de humedad relativa. Este aspecto de la humedad influye mucho en la incubación y eclosión.